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Seguir el programa de revisiones recomendado por el fabricante ayuda a conservar la fiabilidad de tu vehículo y mantener su nivel de seguridad. Y, lo que no es menos importante, conservarás la garantía de tu coche.
Las revisiones periódicas del coche hay que realizarlas siempre, ya que es un punto de control para verificar el estado general del vehículo. Son programadas por el fabricante y pueden ser por kilómetros recorridos o por tiempo transcurrido.
Los elementos que deberás revisar
son :
* Cada 10.000 km: Niveles de los distintos líquidos -agua, aceite,
de frenos, etc-; los filtros del aire y de habitáculo, y las escobillas
-con las que, en ningún caso, deberás dejar pasar más de un año sin
sustituirlas-; el alumbrado, los neumáticos, el filtro del
habitáculo...
* A los 20.000 km, comienzan las sustituciones: Es
ineludible cambiar el aceite y los filtros de aceite, aire y habitáculo,
así como revisar las pastillas de freno.
Hasta los 20.000kms, se consideran revisiones normales.
* Cada 40.000 km se considrean revisiones princiapales, es el turno de
cambiar el líquido de frenos y las bujías, sin olvidar revisar los
discos, los amortiguadores, los manguitos...
* Y por último, cada 80.000 km son revisiones generales,
revisa el escape, la correa de distribución, los airbags, la carga de
gas del aire acondicionado y la carga de la batería. Los airbags caducan
a los cinco años, y normalmente la batería no durará más de ese tiempo.
A pesar de estos consejos, no dejes de consultar el manual de tu
coche, ya que cada marca establecerá unas revisiones recomendadas para
cada modelo. Deberás estar atento a ellas ya que, con frecuencia, no
realizarlas puede significar la pérdida de la garantía. Cuando nunca
podrás perderla será en el caso de que te decantes por un taller
independiente para realizar la revisión, o por piezas que no sean las
recomendadas por el fabricante, siempre y cuando cumplan las exigencias
que éste establezca.
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